4.- Durante el procedimiento
Gracias a su avanzada tecnología, el láser provoca un efecto térmico controlado que elimina las infecciones micóticas de las uñas de manera eficaz.
La energía de los pulsos de luz penetra a través de la uña, elevando rápidamente la temperatura de los microorganismos y alcanzando a los hongos más profundos, sin causar daños en el tejido circundante. El tratamiento es seguro, confortable y muy rápido, ya que se pueden tratar unos pies completos en unos 15 minutos.
Se aplica el haz láser sobre las uñas infectadas y la piel que las rodea, alternando pases horizontales y verticales y repitiendo el procedimiento varias veces, para que no quede ninguna zona sin tratar.
El tratamiento son varias sesiones de una duración media de unos 10-15 minutos, dependiendo de la cantidad de dedos afectados.
El procedimiento se repite varias veces, para que no quede ninguna zona sin tratar. La energía lumínica penetra hasta el lecho de la uña, destruyendo los hongos. El tratamiento es indoloro, sencillo, rápido, eficaz y sin efectos secundarios. Se puede sentir cierta sensación de calor en la uña tratada con láser.
Este tipo de láser y longitud de onda permite generar intenso calor en el lecho ungueal provocando la destrucción del hongo.
La queratina es transparente a esa longitud de onda, es bien absorbida por la estructura del hongo, tiene poca competencia melánica y al penetrar profundamente en el tejido, el calor se disipa con mayor facilidad minimizando el riesgo de efectos secundarios. De todas las longitudes de onda láser existentes hoy en día, la que mayor efectividad y seguridad ha demostrado en el tratamiento de la onicomicosis es 1.064nm, tal y como avalan multitud de publicaciones internacionales.
El tratamiento láser para onicomicosis no requiere ningún tipo de anestesia, ni antibiótico, ni analgésico postoperatorio.
Se recomienda un promedio de 12 sesiones cada semana para erradicar el hongo, los resultados se observan a partir del tercer mes de tratamiento.